QUE NO SE VEA PORQUE SOMOS PRIMEROS EN EL MUNDO, “MATRIMONIO INFANTIL”: “EN LA ARGENTINA HAY MÁS DE 130 MIL NIÑAS CASADAS O UNIDAS CON ADULTOS”
Los datos surgidos del anteúltimo censo revelan que se trata de un porcentaje mayor al de Qatar. Las frecuencias más altas se dan en el noreste del país. Preparan una campaña para visibilizar, desnaturalizar y prevenir esta situación. “En Qatar, 4% de las niñas menores de 18 años están casadas con un varón adulto. ¿Te parece mucho? En Argentina son más”. Con esa impactante frase, la Fundación para Estudios e Investigación de la Mujer (FEIM) busca visibilizar un drama naturalizado y oculto en el país: “El 4,7% de las menores de 18 años están casadas o unidas a un varón mayores”. Se considera matrimonio infantil cuando al menos uno de los contrayentes es menor de 18 años, según los Comités de la Convención sobre Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW) y de la Convención de los Derechos del Niño, que reconocen que el matrimonio y las uniones infantiles afectan más a las niñas a nivel global. Es considerada una modalidad de violencia de género contra las niñas y una forma de matrimonio forzado. Niñas sin niñez América Latina y el Caribe es el tercer continente con mayor incidencia de matrimonios y uniones infantiles: el 25% de las mujeres se unen antes de los 18 años. A nivel global, los matrimonios infantiles disminuyeron en la última década. Excepto en esta región del mundo. En la Argentina no se habla del matrimonio infantil. Se lo considera un problema ajeno a estos pagos. Lejano. Sin embargo, los (pocos) datos disponibles muestran que existe. “Está naturalizado en Argentina. Las zonas con la mayor frecuencia son zonas donde esto viene ocurriendo desde hace muchos años. Todo el mundo sabe y conoce lo que pasa, no llama la atención. Pero cuando le ponés el nombre, ahí se espantan. Cuando decís que son uniones infantiles, ahí sí impacta”, dice Mabel Bianco, médica y presidenta de FEIM. De acuerdo a los datos relevados, hay un total de 132.398 niñas, entre 14 y 18 años, que se encuentran unidas o en matrimonio en todo el país. Las frecuencias más altas se dan en Misiones (7,2%), Chaco (6,9) y Formosa (6,4), en la región del noreste argentino (NEA). Le siguen Santa Fe y Entre Ríos (5,4), Santiago del Estero (5,3), Salta (5) y La Rioja (4,9), que superan el promedio nacional. La Casa Rosada Para poner el tema en la agenda pública, y sobre todo para trabajar en medidas de prevención y contención, Fundación FEIM (con el apoyo de los Países Bajos) instaló en la Facultad de Derecho de la UBA su «Casa Color de Rosa», que apunta a informar y concientizar sobre el impacto y la magnitud de los matrimonios y uniones infantiles en el país. La muestra puede visitarse hasta el 9 de marzo (en Av. Figueroa Alcorta 2263 con entrada libre y gratuita). “La casita muestra la desigualdad que viven un considerable porcentaje de las niñas argentinas que no pueden elegir seguir estudiando y desarrollar su vida porque inician estos matrimonios o uniones precozmente. Esto es poco conocido en el país y es necesario que se tome conciencia para poder proteger a esas niñas”. El informe que dio lugar a la muestra se confeccionó en 2020/2021 (con el apoyo del Fondo Fiduciario de Las Naciones Unidas para eliminar la violencia contra la mujer), principalmente a partir de datos del Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas 2010 (CNPHV 2010). Sobre todo, de la información que surge de la pregunta 24 (“¿convive en pareja o matrimonio?”) de la Cédula Ampliada del Censo. Como la pregunta sólo se realizaba a adolescentes mayores de 14 años, no hay información sobre niñas menores de esa edad. “La ley sobre el matrimonio (según indica el Código Civil y Comercial) dice que en los menores de 18 años solamente se autoriza matrimonio si el juez o los padres lo aprueban. Hay un proyecto para sacar eso. Pero acá el problema son las uniones, que quedan por fuera de la ley. Hay casos de matrimonios, pero son los menos. El problema son estas uniones donde las chicas no tienen capacidad de decisión, lo deciden los padres y la sociedad las empuja a hacerlo”, alerta Bianco. “Es ‘natural’ que una chica a los 13 esté conviviendo con un hombre más grande y que a los 15 tenga dos chicos y pasee por el pueblo con un señor. A nadie le impresiona. Por la habitualidad que tiene, hay que hablarlo, explicarlo”, insiste. “Lo que hay que hacer no es castigar, sino tratar de prevenir. Por eso trabajamos mucho con las maestras, con las escuelas. Porque es donde empiezan a aparecer los signos. Si una chica –en una de las zonas de alta incidencia- empieza a faltar y la escuela averigua, suele ser oportuno porque se puede llegar a tiempo para frenar eso, trabajar con la familia, darle voz a la chica. Porque por lo general decide la familia, la niña no elige”, lamenta la titular de FEIM. El relevamiento reflejó que hay más de 132 mil adolescentes en esta situación, pero según Bianco el número real es aún mayor: “Estimamos que son más, porque el factor de pobreza como causal es muy importante –aunque no es único- y con el aumento de la pobreza, seguro que hay más. No lo podemos evidenciar”.Visibilizar y prevenir “Sí podemos ver que muchas de estas chicas son vistas en el servicio de salud al quedar embarazadas. En general van con la mamá o con otra chica, no con el responsable del embarazo. Y no les preguntan nada. Entonces no sirve el dato para poder hacer prevención. Por eso nos interesa llegar a capacitar sobre este tema a los agentes que trabajan en la escuela, en salud, en servicios de niñez. Para que busquen, pregunten”, apunta Bianco. El informe refleja que se registra “una asociación entre zonas con mayor frecuencia de matrimonio o convivencia de niñas con hombres adultos con altos índices de niñas madres”. Y advierte que “se observa que las niñas y adolescentes que conviven presentan más episodios de violencia de género que las que no conviven”. Desde FEIM se busca difundir para concientizar y reunir fondos para trabajar en