La central obrera anunció un nuevo plan de acción
La CGT anunció para el 9 de mayo el segundo paro general contra el ajuste
Antes, el 23 de abril, la central sindical participará de la movilización de las universidades. El 1º de mayo realizará una movilización. La CTA de Yasky ya adhirió a la huelga.
La profundización del ajuste, los miles de despidos y la recesión que lleva adelante el gobierno de Javier Milei tendrá una nueva respuesta desde el movimiento obrero. La CGT anunció que el próximo 9 de mayo y durante 24 horas se realizará el segundo paro nacional de actividades. Se espera que, como ocurrió en la primera huelga del 24 de enero pasado, también convoquen y adhieran las dos CTA. De hecho, la que lidera Hugo Yasky anunció que se suman al paro. En este contexto, el consejo directivo de la central obrera aprobó por unanimidad un plan de acción que comienza el próximo 23 de abril. Ese día acompañarán la marcha de las universidades en defensa de la educación pública. Luego, el 1º de mayo, el día de los y las trabajadoras, realizarán una movilización que buscan reproducirla en todas las provincias y que incluirá la presentación de un documento. Y por último el paro. “El impacto que genera el ajuste de precios y tarifas que se viene dando con la única intención de achicar los salarios, solo nos lleva a un proceso recesivo inaceptable. Por ese motivo tomamos la decisión de convocar a un paro de 24 horas el 9 de mayo”, afirmó el triunviro Héctor Daer en la sede de la CGT poco después de la reunión del consejo directivo.
El anuncio echó por tierra cualquier esperanza del gobierno de poder abortar las medidas de fuerza. Una posibilidad que se barajó en la Casa Rosada antes y durante el encuentro que el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, y el ministro del Interior, Guillermo Francos, mantuvieron el miércoles con una delegación de la CGT. Pero para eso, los ministros debían ofrecer algo como para por lo menos hacer dudar a los dirigentes sindicales. Se trataba de la primera vez que de manera oficial se veían las caras y resultó un fracaso para el oficialismo. A pesar de ello, en la mañana, el vocero Adorni lanzó un deseo al aire al sostener que “no vemos razones para que haya un paro, no la vimos antes y después de la charla que tuvimos (con la CGT) entendemos que el paro no va a existir”. Se equivocó de cabo a rabo.
“La situación económica y social hace imposible pensar en suspender una medida de fuerza”, reconoció uno de los dirigentes sindicales que, además, advirtió sobre el rol y el protagonismo que se granjeó la central obrera desde el mismo momento en que asumió Milei. “Somos el eje de la lucha contra el gobierno, nos ganamos ese lugar y no lo decimos nosotros. Los senadores de UxP lo reconocieron durante la reunión que mantuvieron con nosotros el miércoles”, indicó el gremialista.
La reunión
Las actitudes, expresiones corporales y reacciones suelen anticipar mucho de lo que puede llegar a suceder en una reunión de la CGT. Por caso, este jueves hubo un encuentro previo, reducido de la conducción sindical, antes de participar del consejo directivo. La primera señal de que había consenso fue cuando ingresaron al salón, lo hicieron todos juntos, hablando entre ellos y relajados.
Sin preámbulos, Daer fue directo al grano. Planteó el plan de acción y solo aclaró que la movilización del 1º de mayo debía repetirse en todas las provincias. Esa será una tarea de la Secretaría de Interior que lidera el metalúrgico Abel Furlán y que tiene el contacto con las casi 80 regionales que tiene la CGT en todo el país. Los aportes de Acuña, Pablo Moyano y de Andrés Rodríguez, el titular de UPCN, fueron en la misma línea de Daer: sostener la unidad, el reclamo contra las políticas del gobierno de Milei, sumar adhesiones y acompañar a los sectores que enfrenten las medidas del gobierno.
Luego hubo una seguidilla de discursos que, como los primeros, apoyaban el plan de acción y se acumulaban las críticas al gobierno y la solidaridad con los heridos y detenidos durante la represión que el miércoles protagonizó la policía porteña en las inmediaciones del Ministerio de Capital Humano. Ese día buscaron disolver de manera violenta la manifestación que protagonizaron la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP) y el bloque de Unidad Piquetera que pretendía denunciar el nivel de deterioro de los comedores comunitarios.
El detalle del plan de acción es la decisión de la CGT de sumarse a otras protestas que se están realizando contra el ajuste y las políticas de Milei. El caso del 8M, el día de la mujer, la central obrera participó de manera activa a través de las dirigentas que se sumaron al consejo directivo en la última elección.
Ahora es el turno de la marcha de las universidades que se prevé multitudinaria contra el recorte y ahogo que está provocando el gobierno central con las casas de altos estudios. La CGT estará ahí presente.
Las paritarias
Uno de los temas que también generó un rechazo unánime fue la decisión del gobierno nacional de poner un techo a los acuerdos salariales y aquellos que superen ese porcentaje, no será homologado como ocurre con la paritaria de camioneros, también con la de aceiteros e incluso corre riesgo lo conseguido por la UOM.
“No podemos aceptar que todo se libere y que se pretenda que los salarios tengan límites. Somos organizaciones sindicales responsables y tenemos claros cuáles son los límites y las posibilidades de cada sector para llegar acuerdos”, dijo Daer durante la conferencia de prensa.
El triunviro responsabilizó al gobierno por “entorpecer” las negociaciones salariales. “Primero se da este retiro del Estado de las negociaciones y después el ingreso entorpeciendo la actividad de paritaria. Esto nos lleva a una complicación doble, porque primero tenemos que pelear en la puja distributiva y después por el cobro de ese salario”, expresó Daer.
Este fue uno de los temas que conversaron con Posse y Francos y pareció que los gremialistas habían entendido que iba a haber una solución a ese problema. Sin embargo, nada cambió.
Por caso, Pablo Moyano no solo reconoció que el gobierno no se movió un ápice de su decisión de no homologar el acuerdo alcanzado entre el gremio de camioneros y las cámaras empresarias. “Nuestro gremio firmó un 45 por ciento: 25 por ciento para marzo y un 20 para abril. Hoy (por ayer) los dos abogados del gremio fueron a la Secretaría de Trabajo y homologaron eso pero pusieron un techo del 2 por ciento para mayo y 2 por ciento para junio”, explicó Moyano. Ante esa irracionalidad, Moyano advirtió que el paro de camioneros está cada vez más cerca.
Las reacciones
Con la novedad ya en las redes sociales y portales, el gobierno primero se mantuvo en silencio. Poco después apareció Javier Lanari, el segundo del vocero presidencial, que acusó a la conducción de la CGT de sufrir síndrome de abstinencia. En su cuenta de X escribió que “la CGT está decidida a que (Javier) Milei sea el presidente con mayor cantidad de paros generales. Sindicalistas con síndrome de abstinencia. Hibernaron 4 años en el periodo de mayor empobrecimiento de los trabajadores. Es un gran honor!”, publicó.
Entre los dirigentes sindicales que fueron parte de la reunión del consejo directivo había tranquilidad y satisfacción por la unanimidad de la resolución. Luis Cáceres, titular del gremio de los Ladrilleros le dijo a este diario que “la CGT va generando un espacio de referencia política y acrecienta su rol protagónico en la lucha contra las políticas económicas del gobierno”.
Por su parte, Juan Pablo Brey del gremio que agrupa a los aeronavegantes señaló que “estas medidas son una clara respuesta de todo el movimiento obrero y una muestra de unidad ante las medidas que está llevando a cabo el gobierno de Javier Milei, que siguen vulnerando los derechos de todos los trabajadores y trabajadoras de nuestro país”.
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