La predisposición para la destrucción que enarbola el presidente Javier Milei no conoce límites, y como si no fuera suficiente ya con su mente obtusa pensando día y noche formas cada vez más crueles y efectivas de seguir pulverizando los ingresos de los trabajadores, la industria local, los jubilados y toda la clase media en general, ahora el “Peluca” va a reunir a su propia “Liga de la Injusticia” para que le de una mano con la elucubración de medidas.
De esta forma, “Jamoncito” anda con su disfraz de Capitán Ancap recauchutando economistas de vertiente liber-otaria que puedan colaborar con ideas, proyectos y leyes, formando un “Consejo de Asesores Económicos” que trabaje de manera ad-honorem.
Recientemente, el pequeño y reservado club sumó a una nueva mente brillante que contribuirá con su experticia en la tarea constante de arruinarnos la vida día a día a los argentinos. Se trata de Miguel Boggiano, máster de Economía de la Universidad de Chicago y CEO de Carta Financiera, quién agradeció a través de su cuenta de la red social X (la ex Twitter) la invitación para sumarse al grupo.
Boggiano, por su puesto, comenzó su aventura tirando fruta y chupándole las medias a su nuevo jefe: “Vamos a tener un espacio para discutir políticas de crecimiento a largo plazo. Milei piensa en esto porque él, ante todo, es un especialista en crecimiento”, señaló, con la cara más dura que una bigornia.
La nueva incorporación se suma al ya coronado como jefe de asesores Demián Reidel, otro cerebrito con las credenciales que le gustan a Milei: Licenciado en Física del Instituto Balseiro, Máster en Matemática de la Universidad de chicago y Doctor en Economía de Harvard. El “Presiduende” recibió el jueves en Olivos a este espécimen que ya nos arruinó la vida una vez, trabajando para Federico Sturzenegger durante su paso por el Banco Central en el Gobierno de Mauricio Macri.
Vale recordar que no es la primera vez que el “León” intenta rodearse de un grupo de ampulosos economistas, de mucha palabra, mérito académico y pompas de honores, pero poca calle y nulos logros en materia administrativa para mostrar.
Durante la campaña se rodeó de un grupete integrado por el recauchutado menemista Carlos Rodríguez, un fracasado del que el “Peluca” se desprendió muy rápidamente y que se fue espantado por la censura que le imponían los -valga la ironía- jerarcas libertarios.
De aquella PyME también formaban parte los noventistas naftalinosos Roque Fernández y Darío Epstein, ambos acreditando una gran experiencia en el fracaso. Estos dos bicharracos no fueron eyectados como Rodríguez, pero sí fueron escondidos bajo la alfombra. Quizás porque ya cumplieron su rol, y una vez que ganó las elecciones Milei ya no los necesitó, o quizás porque ahora busque darle a su proyecto un aire más novedoso, que no contrasta del todo con la impronta de refrito menemista que le daban.
Pero volviendo al grupo actual de asesores, otro que terminó siendo derivado hacia allí fue el niñato Ramiro Marra, al que sacaron de la jefatura de la bancada en la Legislatura Porteña por impresentable y poco rendidor. Al “adultescente” Marra se le suman unos fulanos que portan apellido y títulos, como Julio Goldstein, Eduardo Bastitta, Ariel Coremberg, Ramiro Castiñeira y Fausto Spotorno, según comentan en el medio financiero Ámbito.
Lo cierto es que con tanto rejunte de cerebros maquiavélicos pensando en el país, uno no puede más que rezar porque alguien se apiade de nosotros y suplicar, “Y ahora, ¿quién podrá defendernos?”, con la esperanza de que aparezca un Chapulín que, a chipotazo limpio, barra con toda la mersa que nos está metiendo el “Peluca”.