Al menos 60 personas murieron y más de cien resultaron heridas este viernes en un ataque seguido de un incendio en una sala de conciertos de un suburbio de Moscú, reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico.
El sangriento atentado terrorista mereció una fuerte condena de la comunidad internacional, incluyendo la Argentina, junto a expresiones de solidaridad con Rusia y con las víctimas del ataque.
“El balance provisorio del atentado terrorista perpetrado en el complejo Crocus City Hall es actualmente de 40 muertos y de más de cien heridos”, indicaron las fuerzas de seguridad (FSB). La cifra fue luego elevada a más de 60 muertos por fuentes de inteligencia rusa.
El asalto se produjo antes de un concierto del grupo de rock ruso Piknik, cuyos miembros fueron evacuados, según la agencia TASS. En el momento del ataque en la sala de conciertos de Krasnogorsk, un suburbio en el límite noroeste de la capital rusa. podrían encontrarse hasta 6.200 personas, ya que todas las entradas se habían vendido.
Unidades especiales de la Guardia Nacional rusa [Rosgvardia] están buscando a los cinco autores de ataque y sus cómplices, añadió este organismo en la mensajería Telegram.
Imágenes subidas a las redes sociales muestran a la policía rusa arrestando a una persona en el lugar del atentado, pero este viernes el gobierno ruso no había confirmado la detención ningún sospechoso.
El grupo Estado Islámico, que ya atacó Rusia en varias ocasiones, reivindicó el asalto. “Los combatientes del Estado Islámico atacaron una gran agrupación de cristianos en la ciudad de Krasnogorsk, en las afueras de la capital rusa, Moscú, y mataron e hirieron a cientos de personas y causaron una gran destrucción en el lugar antes de retirarse a sus bases de manera segura”, informó la agencia Amaq, órgano de propaganda de la organización, en su canal de Telegram.
El alcalde de Moscú, Serguéi Sobianin, anunció la anulación de “todos los eventos deportivos, culturales” y de carácter público durante el fin de semana. Sobianin expresó sus condolencias para con las víctimas del ataque, que calificó de “tragedia horrible”. “He dado órdenes de prestar toda la asistencia necesaria a todos los que sufrieron durante el incidente”, añadió.
Según un reportero de la agencia rusa Ria Novosti, personas con uniformes de camuflaje irrumpieron en la sala y abrieron fuego antes de lanzar “una granada o una bomba incendiaria, provocando un incendio. Las personas que estaban en la sala se echaron al suelo para protegerse de los disparos durante 15 o 20 minutos” y muchos lograron “salir a rastras”, señaló.
“TERRIBLE” TIROTEO
Los servicios de rescate dieron parte de un “grupo de dos a cinco personas no identificadas, con uniformes de combate y armas automáticas”, que “abrieron fuego contra los agentes de seguridad en la entrada de la sala de conciertos”, antes de “empezar a disparar contra el público”.
Según el Ministerio ruso de Situaciones de Emergencia, los bomberos lograron evacuar a un centenar de personas que se encontraban en el sótano. También se hicieron operaciones para “salvar a personas que se encuentran en el techo del edificio”, detalló.
El presidente ruso, Vladimir Putin, fue informado del ataque en tiempo real, indicó su portavoz, Dmitri Peskov. Además, el jefe del Ministerio del Interior y máximo responsable de la policía, Vladímir Kolokoltsev, y el presidente del Comité de Investigación, el organismo que ejerce como Fiscalía, Alexánder Bastrykin, se hicieron presentes en Krasnogorsk para informar al presidente desde el lugar de los hechos.
CONDENA MUNDIAL
El secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, “condena en los términos más fuertes posibles el ataque terrorista”, indicó un portavoz. “El Secretario General envía sus condolencias a las familias en duelo, así como al pueblo y al gobierno de la Federación Rusa”, dijo el portavoz Farhan Haq en un comunicado.
Estados Unidos transmitió su pésame a las víctimas del “terrible” tiroteo. “Las imágenes son simplemente horribles y duras de ver”, declaró el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby.
La Unión Europea se dijo “conmocionada y consternada” por la matanza e indicó que “condena todos los ataques contra civiles”, indicó su portavoz, Peter Stano. Francia, Italia, España y Gran Bretaña, entre otros países europeos, también condenaron la agresión.
Los países latinoamericanos se manifestaron de manera similar. “La República Argentina expresa su enérgica condena y repudio al ataque terrorista perpetrado hoy en la sala de conciertos Crocus City Hall, en las proximidades de la ciudad de Moscú,” señala un comunicado de la cancillería argentina. México, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Bolivia, Venezuela y Cuba, entre otros, también sumaron sus condolencias.
UCRANIA NIEGA CUALQUIER IMPLICACIÓN
Ucrania, que mantiene un conflicto armado con Rusia desde 2022, aseguró que no tenía “absolutamente nada que ver” con el ataque. La “Legión de la Libertad de Rusia”, un grupo de combatientes rusos antigubernamentales basado en Ucrania, negó también cualquier implicación. En los últimos días, ese grupo había realizado incursiones armadas en regiones fronterizas rusas, que fueron también blanco de bombardeos.
Los servicios de inteligencia militar ucranianos acusaron por su parte al propio Kremlin y sus servicios especiales de estar detrás de la agresión. El “objetivo es justificar bombardeos aún más potentes contra Ucrania y una movilización total en Rusia”, aseguraron.
El expresidente ruso Dmitri Medvédev, número dos del Consejo de Seguridad, amenazó con “destruir” a los dirigentes ucranianos si se demuestra que están implicados en el letal ataque.
ADVERTENCIA DE EEUU
Hace dos semanas, la embajada de Estados Unidos en Rusia había advertido a sus ciudadanos de planes “inminentes” de “extremistas” para “atentar contra grandes concentraciones en Moscú, incluidos conciertos”.
Un día antes de esas advertencias, el Servicio Federal de Seguridad (FSB) de Rusia aseguró que había frustrado un atentado contra una sinagoga en Moscú y atribuyó los planes al Estado Islámico.
Sin embargo Putin catalogó a la advertencia de Washington como “un intento de intimidar y desestabilizar nuestra sociedad”.
Rusia ya ha sido blanco de numerosos ataques, cometidos por grupos islamistas, y de tiroteos sin motivos políticos o atribuidos a desequilibrados. En 2002, un grupo de combatientes chechenos tomó a 912 personas como rehenes en el teatro moscovita de Dubrovka para pedir el repliegue de las tropas rusas de Chechenia. Esa toma de rehenes se saldó con una intervención de las fuerzas especiales y la muerte de 130 personas, casi todas asfixiadas por los gases que usaron las fuerzas rusas.
En la últimas décadas varios ataques perpetrados por el grupo terrorista en el país por su apoyo al régimen de Bachar al Asad en Siria, donde ISIS mantiene su centro de operaciones y Rusia mantiene una base militar naval en el puerto mediterráneo de Tartús.
En octubre de 2016 Estado Islámico hizo un llamado a los miembros del grupo que lleven adelante una yihad en Rusia, en un video de nueve minutos divulgado el domingo en YouTube. “Escucha Putin, iremos a Rusia y los mataremos en sus hogares (…). Oh hermanos, lleven a cabo la yihad y mátenlos y combátanlos”, grita un hombre enmascarado que conduce una vehículo en el desierto.
En octubre de 2017 el Ministerio de Defensa ruso informó que unos 120 combatientes del grupo yihadista Estado Islámico y más de 60 “mercenarios” extranjeros murieron en de Mayadin, Siria, en un día a causa de los bombardeos aéreos rusos.