En la sede de la centenaria UCR aún no lograron determinar si la polémica medida se debió a un error de cálculo o a simple ignorancia por parte del dirigente político. Se trata de Marco Constenla, quien participó del golpe carapintada a Ricardo Alfonsín en 1988.
A instancias de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, el ex candidato a vicepresidente y actual ministro de Defensa de la Nación, Luis Petri, ratificó con su firma la designación de un polémico militar en un puesto clave de la estructura nacional. Horas después, la polémica estalló en los pasillos de la Unión Cívica Radical (UCR).
Se trata de Marco Alberto Constenla, comodoro retirado de la Fuerza Aérea, quien asumirá en la dirección nacional de Inteligencia Estratégica Militar. Desde el momento de su asunción en el cargo, Constenla tendrá bajo su mando a todas las unidades de inteligencia de las cuatro fuerzas armadas: Ejército, Marina, Fuerza Aérea y Estado Mayor Conjunto.
La noticia cayó muy mal en el radicalismo. Es que Constenla es un viejo conocido entre aquellos que hacen gala de su memoria. En efecto, el ahora director de Inteligencia Estratégica Militar participó del alzamiento carapintada de Villa Martelli, en 1988.
De acuerdo a los documentos que aún conserva la UCR, Constenla, que era un militar admirador del por entonces teniente coronel Aldo Rico, tuvo una actuación estelar en la toma del Aeroparque Metropolitano por parte de los comandos tácticos de la Fuerza Aérea. La acción se llevó adelante en solidaridad con el líder de la sublevación, el coronel Mohamed Alí Seineldín. La aventura de Constenla duró poco. Una férrea defensa compuesta por Gendarmería y la Policía Federal redujo la intentona. Terminó juzgado en el fuero civil y el militar ese mismo año, e indultado años después por el gobierno de Carlos Saúl Menem.
Constenla volvió a las noticias en 2014, cuando asumió la titularidad del escuadrón de Inteligencia Aérea y Técnica del Litoral, que opera en los campos de la base aérea de Paraná. Allí fue denunciado por el suboficial Javier Alejandro Duré, quien aseguró que Constenla le ordenó realizar inteligencia interna. Duré no sólo se negó sino que, además, lo denunció a la Justicia Federal. Constenla fue juzgado por los delitos de coacción y usurpación de autoridad.
A pesar de su frondoso prontuario, Constenla fue premiado durante el gobierno de Mauricio Macri con un cargo dentro de la Agencia Federal de Inteligencia, en el área de Contrainteligencia. Nuevamente, fue investigado e imputado por irregularidades. Poco tiempo antes de asumir en el cargo designado por Luis Petri, el comodoro retirado fue nombrado cónsul argentino en la ciudad costera de Iquique, en Chile. A pesar de que su función era de espionaje y su cargo sólo un camuflaje, Constenla disfrutó de fotografiarse como cónsul y era habitual que participe de reuniones ostentando un cargo que era de cartón.
El nombramiento de Constenla bajo la firma del Petri despertó la ira de los dirigentes históricos del radicalismo, quienes se enfrentaron al comodoro retirado en defensa de la democracia. La situación entre el ministro de Defensa y la UCR no es la mejor. Ya hacia finales del 2023, se pidió ante la UCR nacional la expulsión de Luis Petri del partido, tras su decisión de sumarse a las filas de Javier Milei.