El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) brindó su perspectiva económica para el 2024 de América Latina y el Caribe. Y mientras auguró un crecimiento del 1,6 por ciento para la región a lo largo de este año, pronosticó que la Argentina irá a contramano, en medio de un escenario de recesión que se consolida en todos los rubros económicos. Pese a que el título del informe del organismo es “¿Listos para despegar? Aprovechar la estabilidad macroeconómica para el crecimiento”, el escrito refleja que, en el país, hoy gobernado por Javier Milei, la percepción es negativa a raíz de distintos factores, impulsando hacia abajo los valores estimados para el resto de las naciones. Según lo estipulado en el texto, los demás países de América Latina y el Caribe albergan optimistas proyecciones de crecimiento para el presente año, debido a factores, tales como una desaceleración en el crecimiento global, tasas de interés elevadas, estabilidad en los precios de los productos básicos, una consolidación fiscal gradual y una progresiva normalización de los niveles de deuda. Pero en el caso de Argentina, el impacto no se sentiría del todo en el país, en donde la estanflación está golpeando, lo que afecta al poder adquisitivo de los ingresos, esto altera al nivel de consumo, lo cuál perjudica los porcentajes de producción y empleo y esto perjudica a la recaudación en medio de fuertes recortes. Al respecto, Eric Parrado, economista jefe y gerente general del Departamento de Investigación del BID manifestó que: “Argentina tiene un desafío bastante grande, con respecto a la estabilidad macroeconómica, el generar más actividad económica y bajar las tasas de inflación”. En esa línea, aseguró en diálogo con La Nación que: “recientemente, visitamos Buenos Aires e interactuamos con las autoridades económicas y también con analistas, y concluimos que hay un esfuerzo grande para estabilizar la economía argentina”. Dicho esto, remarcó que “ya se está viendo cierto impacto”, teniendo en consideración el ajuste fiscal llevado adelante por el Gobierno Nacional y pese al déficit en el resultado financiero de 186.635 millones de pesos durante febrero, y que espera que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) baje hacia final de año. “Un punto importante es la alta coordinación entre el Ministerio de Economía y el Banco Central, lo vemos muy positivo”, afirmó. Ni los salvavidas económicos ayudan Cabe remarcar que este informe del Banco Interamericano de Desarrollo fue publicado apenas días después del viaje del ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, a República Dominicana, en donde se reunió con el titular del DIB, Ilan Goldfajn. Dicho cónclave permitió que desde la entidad se diera luz verde a la aprobación de un crédito por 400 millones de dólares para Argentina. Este monto será destinado como fuente de financiamiento para engrosar los recursos que el Gobierno deriva para su uso en el programa de asistencia estatal “Plan Alimentar”. Tras esto, en el marco de la Reunión de Directorio del CAF realizada este jueves en Punta Cana, se aprobó por unanimidad financiamiento para Argentina por 400 millones de dólares que complementarán los recursos destinados al Plan Alimentar, con impacto en más de 4 millones de beneficiarios directos. Sin embargo, pese a las maniobras desesperadas del gobierno libertario, la proyección económica a la baja coincide con la manifestada por el Fondo Monetario Internacional, que, en su informe “Actualización de las Perspectivas Económicas Mundiales”, publicado en enero, donde se estimó una fuerte caída del Producto Bruto Interno del país. “La revisión de pronóstico para 2024 refleja un crecimiento negativo en Argentina en el contexto de un importante ajuste de políticas para restaurar la estabilidad macroeconómica”, expresó Pierre-Olivier Gourinchas, economista jefe del organismo y autor del documento, argumentos similares a los efectuados por el BID en las últimas horas.