Tras las fuertes contracciones que habían mostrado ambos sectores durante diciembre, en enero estuvieron lejos de recuperar y cayeron un poco más. En el caso de la construcción, la baja llegó al 18% en dos meses. Excepto en la cuarentena, no se había visto un desplome semejante
Por el efecto de la devaluación y la baja histórica en el salario real en un contexto de ajuste fiscal, la industria acumuló una caída de 9,3% entre diciembre y enero. La construcción sumó el efecto del recorte del 85% real en la obra pública y tuvo incluso peor desempeño, con una contracción de 18,7% en la actividad durante ese bimestre. En ambos casos, se trató de bajas que no encuentran comparación excepto por el desplome extraordinario de lo peor de la cuarentena, entre marzo y abril del 2020. Los datos oficiales del Indec mostraron así la profundidad de la recesión en el inicio del 2024.
Luego de un desplome en la actividad productiva, tal como el que sufrieron la industria y la construcción durante diciembre, con sendas bajas de 8,1% y 9,4%, lo más usual es que se produzca un rebote, al menos parcial, que no permita recuperar todo lo perdido durante ese pésimo mes, pero sí achicar lo perdido. No fue el caso de enero del 2024, cuando la caída continuó para los sectores. De hecho, la industria mostró otra baja, esta vez de 1,3%, profudizando el deterioro pero moderando su ritmo, y la construcción también otra de 10,2%, ya no solo profundizando la contracción sino ademas acelerándola un poco más.
La caída en los insumos de la construcción deja entrever el efecto del corte en la obra pública, que según los números de la Secretaría de Hacienda protagonizó un recorte de recursos del 85%. Algo de eso mostró el asfalto, con una baja de 61,9%. La encuesta que el informe de actividad de la construcción del Indec realiza entre las empresas del sector mostró en enero que el 76% de las empresas de obra pública esperan que la caída continúe entre febrero y abril. El 22,6% espera que siga igual y solo el 1,9% proyecta una salida del pozo. De los que esperan que la actividad sectorial vaya en baja, el 28% piensa que es que por la caída de la actividad, el 22,9% por la inestabilidad de precios y el 24% por los atrasos en la cadena de pagos.
En cuanto a la visión de la coyuntura que tienen los industriales, un informe de la UIA resultó interesante. La central fabril publicó la encuesta de marzo de Indicadores industriales y expectativas, para la cual consultó a 700 empresarios del sector. La muestra arrojó entre otros datos que en el Monitor de Desempeño Industrial (índice MDI) “se registraron los niveles más bajos de la serie en las variables de producción y ventas, indicando una agudización de las dificultades en el entramado productivo industrial, especialmente en las pymes”. El informe agregó: “Esta situación redundó en más empresas con dificultades para hacer frente a los pagos”.
Y remató: “También en este marco hubo un cambio de tendencia en la serie de empleo, que hasta el momento era la que evidenciaba mayor estabilidad. Se registró el porcentaje más alto de empresas con caída del empleo y un deterioro notable en relación a relevamientos previos”. En concreto, el 60,8% de los consultados registró caídas en la producción, el 69,2% bajas en las ventas y el 20,9% reducción en los puestos de trabajo. Números que, tal lo dicho, hasta acá no se venían viendo. Además, el informe completó que las exportaciones no compensaron: cayeron para el 41% de las empresas.