Los ataques persistentes a la Franja de Gaza le han costado a la economía del régimen israelí unos 300 millones de dólares por día, según un informe.
La operación militar contra los palestinos en Gaza se ha vuelto cada vez más costosa para los sionistas, por lo que el efecto negativo del conflicto en la economía israelí se intensifica, provocando mayores incertidumbres y debilitando las finanzas del régimen.
En este sentido, los estudios sobre el aspecto financiero del conflicto revelan que Israel paga casi 300 millones de dólares en gastos directos por día para sus ataques indiscriminados a Gaza desde el 7 de octubre, cifra que se espera que aumente si el conflicto extiende todavía más, ha citado este domingo la agencia de noticias Anadolu.
En total, se estima que las ofensivas hayan costado 60 mil millones de dólares al presupuesto de guerra del régimen sionista en los últimos cuatro meses, considerando los diversos efectos económicos y la pérdida de ingresos.
Los ataques de Israel ya han provocado una disminución de los ingresos fiscales, un aumento de la deuda, una recesión económica y se espera una fuerte caída del Producto Interno Bruto (PIB).
Las pérdidas causadas por los ataques tendrán efectos directos, como una desinversión masiva, una perturbación del mercado laboral y una desaceleración del crecimiento de la productividad.
Los ataques han provocado el cese total del turismo en los territorios ocupados, problemas marítimos mundiales, una disminución de la producción agrícola y una fuerte caída de las inversiones en alta tecnología.
Se espera que el sector turístico sufra a largo plazo, ya que el régimen no podrá mantener un entorno favorable para las visitas de extranjeros, lo que provocará grandes pérdidas de ingresos, desempleo y una imagen contaminada de Israel como destino turístico, lo que a su vez debilitaría las posibilidades de recuperación económica.
El estudio ‘Costos del conflicto palestino-israelí’ preparado previamente por el grupo de expertos RAND Corporation, con sede en Estados Unidos, aseveró, por su parte, que Israel puede perder aproximadamente 400 mil millones de dólares en actividad económica en los próximos 10 años debido al conflicto; además, el 90 % del daño al régimen provendrá de efectos indirectos, como la reducción de la inversión, el deterioro del mercado laboral, la pérdida de productividad y el declive económico.