Un grupo de investigadores chinos perfeccionó la técnica para producir monos idénticos y lograron que puedan tener buena salud

Un equipo de científicos chinos anunció este martes el nacimiento de Retro, un mono rhesus, gracias a una estrategia para conseguir primates idénticos. Para el líder de la investigación, Qiang Sun, la clonación de seres humanos sería “completamente inaceptable” y asegura que no está en sus planes.
ReTro es todo un hito científico por haber podido celebrar su segundo cumpleaños con buena salud. Hasta ahora, los ejemplares de mamíferos obtenidos de esta manera tuvieron una esperanza de vida muy corta, al sufrir trastornos en su desarrollo orgánico. El logro, destacan los investigadores, ayuda a entender mejor los mecanismos de la reproducción de primates por clonación y permitirá aumentar la eficacia del procedimiento.
Antecedentes en la clonación genética
La oveja Dolly
La clonación de la oveja Dolly en 1996 provocó una alerta mundial ante la posibilidad de que algún laboratorio intentara hacer copias exactas de seres humanos. La técnica parecía sencilla. El grupo del embriólogo británico Ian Wilmut vació un óvulo de una oveja e introdujo un núcleo con ADN de una célula adulta extraída de la ubre de otra hembra. Dolly era una réplica de esta última.
En 1998 se lograron así los primeros terneros y ratones clonados. En 1999, cabras. En 2000, cerdos. En 2002, conejos. En 2005, perros.
En 2007 la Universidad de Naciones Unidas publicó un informe en el que planteaba que la clonación de seres humanos era, quizá, inevitable.

La clonación ya es rutinaria en otras especies. El veterinario argentino Andrés Gambini logró en 2010 los primeros caballos clonados en Sudamérica. En la actualidad, investiga en la Universidad de Queensland (Australia) y es director científico de Ovohorse, una empresa española con sede en Marbella que ofrece servicios de “clonación de perros, gatos, camellos y caballos, entre otros”.
Primates
La técnica de Dolly —llamada transferencia nuclear de células somáticas— no funcionaba bien con los primates, el grupo animal que incluye a los monos y los humanos.
En el 2018 se intentó por primera vez una nueva estrategia para poder clonar primates.
El mismo equipo de Qiang Sun anunció el nacimiento de los primeros monos clonados: dos hembras de mono cangrejero bautizadas Zhong Zhong y Hua Hua. La palabra zhonghua significa “nación china”. Uno de los coautores, Poo Mu-ming, proclamó entonces en el diario El País: “No hay barreras para clonar primates, por lo que la clonación de humanos está más cerca de hacerse realidad”.
Sin embargo, la eficiencia del experimento de 2018 fue extremadamente baja. Qiang Sun y sus colegas crearon 109 embriones, transfirieron 79 de ellos a 21 hembras y apenas lograron seis gestaciones. Solo nacieron las dos monas y apenas sobrevivieron unos días.
Estudio actual
En el nuevo estudio, publicado este martes en la revista Nature, los investigadores lograron mejorar la técnica añadiendo células precursoras de la placenta.
En esta ocasión crearon 113 embriones, transfirieron 11 a siete hembras y consiguieron dos gestaciones y un único nacimiento: un macho de macaco rhesus, que ya tiene tres años y medio. “Esta nueva estrategia mejoró significativamente la eficiencia de la clonación de monos, tanto respecto al número de embriones trasplantados como al de hembras gestantes empleadas”, defiende Sun.
El investigador chino detalla que llamaron Retro al animal, por el acrónimo de reemplazo del trofectodermo, la capa de células que da lugar a la placenta.

La bioingeniera alemana Angelika Schnieke, una de las personas creadoras de la oveja Dolly, reaccionó con inquietud a los primeros experimentos de Qiang Sun, que requerían decenas de hembras gestantes y acababan en su mayoría con abortos y fetos malformados. “Con estos primates clonados en China se ha cruzado una barrera ética. Probablemente hay que reconsiderar lo que se está haciendo”, declaró Schnieke en 2018 a El País. “Personalmente encuentro difícil justificar que se clonen monos. Me preocupa que la clonación de monos continúe y se extienda a otras especies”, señaló entonces.
Qiang Sun defiende que el uso de monos es “esencial” en el ámbito de la investigación biomédica y cognitiva. En 2019, su equipo empleó la técnica ya usada con las monas Zhong Zhong y Hua Hua para crear cinco clones de un cangrejero que había sido modificado genéticamente para imitar síntomas parecidos a los de la esquizofrenia.
Sun cree que estas poblaciones uniformes de monos de laboratorio pueden ser muy útiles para estudiar enfermedades con base genética, como el cáncer y muchos trastornos del cerebro. Su nuevo estudio presume de “introducir una prometedora estrategia para clonar primates”.
Para Andrés Gambini, veterinario argentino, el nacimiento de Retro es “un notable avance” en el campo. A su juicio, la idea fundamental del estudio —reemplazar la placenta de embriones clonados por la de embriones generados por fertilización in vitro— no es conceptualmente nueva, pero su éxito muestra una alternativa para mejorar la eficiencia de la clonación.
El debate sobre la clonación humana
“La clonación humana con fines reproductivos sigue siendo objeto de intensos cuestionamientos”, reflexiona Gambini, “no solamente porque la técnica es ineficiente, sino porque conlleva la muerte embrionaria y fetal, y la salud física y mental de los clones no está garantizada. ¿Cuál es el propósito de generar personas mediante clonación? Todas las respuestas conllevan algún dilema legal, ético o moral”, sentencia.
La Declaración Universal sobre el Genoma Humano y los Derechos Humanos prohíbe la clonación de personas y fue adoptada por Naciones Unidas en 1998. La jurista holandesa Bartha Knoppers, que participó en su redacción, no cree que nadie se atreva a dar el paso, ni siquiera un dictador megalómano. “Creo que la clonación humana reproductiva es una de las áreas en las que hay prácticamente un consenso universal de que jamás deberíamos emprender ese camino”, explicó.